Ayer fue un día intenso. Empezamos el día con la eucaristía. Cogimos fuerzas con el desayuno porque el día iba a ser muy intenso. Iniciamos la marcha del día y en el monte rezamos laudes. Volvimos al campamento para comer, realizamos distintas actividades y juegos y quisieron retar a los catequistas a un partido de básquet que como era de esperar ganaron los catequistas. Vaya paliza les pegaron.
Cenamos, y tuvimos la oración de la noche. Gracias Señor por este día.
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