Ayer fue un día intenso y precioso. Empezamos el día celebrando la eucaristía, posteriormente fuimos a desayunar y coger fuerzas para el día.
Nos preparamos para la caminata que íbamos a hacer a las cuevas los Ojicos. Llegados allí rezamos laudes, la oración de la mañana, jugamos, comimos y volvimos al campamento. Por la tarde tuvimos un tiempo de encuentro con la Palabra de Dios. ¡ Qué momento más hermoso!
Finalizando el día «hicimos» que nuestro párroco José Manuel jugara un partidito de básquet, que después de tantos años, no lo hizo tan mal. Jeeejeee. Habrá que picarle más para que juegue más partidos.
Al final del día nuestro párroco nos dió su testimonio vocacional y le pudimos preguntar lo que quisimos sobre la vocación y su vocación sacerdotal. Terminamos el día con la oración de la noche.
Gracias Señor por este día.

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